En el contexto de la violencia de género, el círculo de la violencia, el ciclo de la violencia o la espiral de la violencia es un patrón o sucesión de etapas recurrente que se produce típicamente en situaciones de violencia de género. Fue planteado por la psicóloga estadounidense especialista en violencia doméstica Lenore E. Walker a lo largo de década de 1970 y recogido de forma extensa en su libro de 1979 "The Battered Woman" (La mujer golpeada). Según este patrón de violencia, la violencia de género se iniciaría con una etapa de tensión en la pareja, en la que la mujer se siente amenazada y siente que en cuanlquier momento puede ser agredida por su pareja, por lo que intenta calmar la situación; en la segunda etapa se da la agresión que puede darse en forma de amenazas, destrucción o desaparición de objetos personales, actos de control, manipulación y agresión física y sexual; en una tercera etapa se produce la etapa de reconciliación, con comportamientos amoroso-románticos por parte del agresor, creando una situación de sometimiento emocional y generando en la persona agredida un sentimiento de culpabilidad; finalmente, se llega a una etapa de calma, en la que el agresor intenta justificar su comportamiento por causas externas, hasta que llega la siguiente etapa de tensión.
Segregación residencial
La segregación residencial por el cual los habitantes de una ciudad fijan su residencia de forma forzada u obligada en barrios o comunidades vecinales concretas en base a sus características raciales o físicas, pertenencia cultural o nivel socioeconómico. La raza, la etnia, el nivel socioeconómico y la edad suelen ser las características y factores que influyen en este tipo de segregación. Así pues, se puede afirmar que la segregación residencial es en definitiva una segregación secundaria que se origina básicamente por otras discriminaciones. Aún así, la propia residencia acaba convirtiéndose en un factor de clasificación de la persona, como etiqueta para establecer estereotipos. Hay que dejar claro, sin embargo, que la segregación residencial, lejos de ser simplemente la concentración de "gente especial" en un barrio determinado, esta debe llevarse a cabo de forma forzosa para las personas y las familias, esto es, son finalmente unos grupos sopciales los que desplazan a otros; por ejemplo, el fenómeno de los barrios chinos no debería considerarse segregación residencial, ya que en estos casos han sido los mismoa ciudadanos de ese origen los que han decidido convivir juntos. Por último, hay que señalar que la segregación residencial es un proceso dinámico que puede variar a lo largo del tiempo, como ocurre en la gentrificación.
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Binarismo de género (definición)
El binarismo de género es la construcción sociocultural que considera que las personas deben clasificarse y considerarse única y exclusivamente en sólo dos géneros, el masculino y femenino, y que dicho género viene asignado desde el nacimiento en base a elementos biológicos fijos (consultar sexo biológico), sobre todo en base a los genitales (consultar sexo genital), y si tener en cuenta la identidad de género y orientación sexual de las personas. El binarismo supone una barrera a la libertad de las personas de construir su identidad sexual, ya que a partir de él establece como modelos a los hombres y mujeres cisgénero (personas de género masculino y femenino cuya identidad de género coincide con el sexo asignado) y a la heterosexualidad como modelo de relación entre esos dos géneros exclusivos.
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