Las estructuras sociales son formas estables y sistemáticas en las que se configuran, agrupan y ordenan las relaciones sociales, que se materializan de forma fija en el tiempo y en el conjunto de la sociedad. Estas estructuras sociales sirven de base para la creación de otras estructuras. Por ejemplo, se puede decir que la familia es una estructura social de base, y cuando se reúnen las familias se crea una comunidad que, al fin y al cabo, es también una estructura social. Así, la estructura social, en singular, se ha utilizado también para designar el conjunto de todas las relaciones sistemáticas, económicas, políticas o de otro tipo, que se desarrollan en el conjunto de la sociedad y que, de alguna manera, conforman la sociedad.
Las estructuras sociales y las organizaciones sociales (o instituciones sociales) son conceptos asociados. Se podría decir que las organizaciones sociales son sistemas de relación basados en principios y normas. Así, las entidades sociales son estructuras sociales reguladas o institucionalizadas, sistemáticas y fijas, y con capacidad de influencia en la sociedad, por ejemplo los medios de comunicación de masas y el sistema judicial. A veces, sin embargo, la frontera entre ambos conceptos es difusa.