En sociología, problematización es el proceso por el que una situación o fenómeno social se reconoce como problema social. Lejos de constituir una mera consideración o decisión por parte de agentes sociales, la problematización se establece como consecuencia de un cruce de categorizaciones, discursos e institucionalizaciones, en una palabra desarrollo de ideología, por parte del poder mediático y político, que culmina con el establecimiento de las políticas tendentes a gestionar o solucionar el problema. Un ejemplo de problematización es el fracaso escolar, categoría fijada a lo largo del siglo XX, hoy muy criticada, para calificar la situación de aquellos alumnos que no llegan a completar el ciclo educativo en el que están insertos y quedan de alguna forma relegados, pero que finalmente no es mas que el resultado de un sistema de homologación de los niños y preparación para la competitiva vida social adulta a traves de la invención de conceptos como el rendimiento escolar.
Entorno hostil
En referencia al lugar del trabajo u otros ámbitos de socialización secundaria, un entorno hostil es aquel ámbito social que desarrolla y facilita conductas de acoso contra una persona, de modo que esta se siende denigrada, vejada o intimidada, hasta el punto de provocar depresión y otros problemas psicológicos, provocando su aislamiento y exclusión, en definitiva su anulación como persona.
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Facción (sociología)
En sociología, una facción es un grupo integrado dentro de una organización que se constituye como competidor, rival y en oposición a otro grupo dentro de la misma, para defender sus intereses o perspectivas, a pesar de compartir con aquel los objetivos generales y globales de la organización. Cuando los intereses divergen a partir de un cierto punto, la facción minoritaria se constituye en disidencia y puede optar por seguir actúar desde esa minoría o escindirse de la organización.
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Relevo generacional
En sentido amplio, el relevo generacional es un proceso de renovación social, demográfica, social y económica, por el cual las generaciones jóvenes retoman las funciones de las generaciones anteriores que se van retirando y desapareciendo. El relevo generacional es fundamental para la supervivencia de la sociedad en todos sus ámbitos. Precisamente, el principal problema de las sociedades de los siglos XX y XXI es la falta de relevo generacional, especialmente en las zonas rurales, cuando los jóvenes que han crecido en una comarca no son capaces de asumir y sobrevivir la responsabilidad de las tareas socioeconómicas (profesiones) y culturales (costumbres, lengua,...) que desempeñaban los ancianos, por razones demográficas o por fallar la transmisión social.
En un sentido más estricto, el relevo o reemplazo generacional es un concepto puramente demográfico que indica que el número de nacidos en una población basta para sustituir a los fallecidos, para que la población no disminuya. Sin embargo, es erróneo pensar que la sustitución generacional está asegurada cuando el número de nacimientos es mayor que el número de defunciones, ya que comparar el número de nacimientos y el número de defunciones se relaciona no con la sustitución sino con el crecimiento natural. En concreto, la tasa de reemplazo generacional indica el número medio de hijos que debería tener cada mujer para mantener la población en equilibrio, cifra que en los países avanzados es de 2.1, aunque es mayor en los países subdesarrollados debido a la mortalidad infantil.