Objetivación (objetivización)

La objetivación u objetivización es el proceso social y psicológico por el cual se excluye, elimina y considera como objeto o cosa cualquier elemento de identidad o subjetividad de las personas. De otro lado y en general, también se refiere a asignar un carácter independiente del sujeto a algo que procede del sujeto o le pertenece. Según otra acepción, consiste en dar objetividad a una afirmación, opinión o argumento, hacer que se ajuste a la realidad para que sea verificable. Finalmente, también puede significar la realización de algo, es decir, el devenir en cosa.

Como ejemplo de la primera acepción, se dice que en materia laboral los obreros son objetivados, porque son considerados como pura fuerza de trabajo, en forma de máquinas, hasta provocar finalmente la alienación y perder finalmente su identidad y su conciencia; precisamente para referirse a la explotación y a la objetivación que el sistema capitalista produce sobre los obreros se emplea en su mayor parte el término alienación.

En la actualidad, el término objetivación se utiliza especialmente en relación al cuerpo, ya que el cuerpo de la mujer se considera objeto desde la ideología del heteropatriarcado, retratando a la mujer como un soplo que deben disfrutar los hombres, esta objetivación va más allá y genera unos cánones estéticos sobre el cuerpo de la mujer que las mujeres también asumen personalmente, iniciando un proceso de autobjetivación, haciendo hincapié en los atributos sexuales llegando a la hipersexualización. La objetivación es el mecanismo que obliga a las mujeres a ponerse elegantes y guapas, a mostrarse bellas a los ojos de los hombres. Las mujeres que no obtienen los cánones estéticos de la mujer que generan objetivaciones pueden sufrir trastornos como la despersonalización, la vergüenza, la ansiedad, la depresión y finalmente la anorexia. Al final, esos cánones estéticos llegan a los hombres, creando imágenes ideales para ellos. La objetivación es un fenómeno que también se ha percibido en la medicina, tomando a los enfermos como meros cuerpos, en el mejor de los casos, o simplemente como números.

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