El término de desideologización se utiliza en general en dos sentidos diferentes:
- en sentido positivo, como el acto o consecuencia de retirar el contenido ideológico, en el sentido de sesgado y parcial, de un discurso;
- en sentido negativo y en el ámbito de la sociología, y como fenómeno ligado sobre todo a la postmodernidad, como pérdida por parte de un gran sector de la población de referencias ideológicas que de alguna forma les construyan como sujetos políticos conscientes y activos, y por tanto como fenómeno que conlleva el desarrollo de masa de población acríticas y pasivas.