Si la ciudad globalmente y especialmente su centro se caracteriza sobre todo por su deshumanización y anonimato, conviertiéndose frecuentemente en un no-lugar; el barrio, como espacio urbano descentralizado, se caracteriza por incluir espacios públicos de uso regular y compartido por un colectivo de homogéneo de personas formado principalmente por los propios residentes, configurándose de este modo en medio de la selva urbana el barrio como un espacio cotidiano y compartido, en el que se crean vínculos y lazos de solidaridad, con una identidad y cohesión social reforzada por el hecho de que los habitantes pertenecen generalmente al mismo estrato socioeconómico, surgiendo de esta forma y con todas las caraterísticas citadas lo que podemos denominar una comunidad de barrio.
Puede interesarte también