Un contramito es una narrativa opuesta a aquella establecida por un mito original, primitivo o hegemónico. Su nacimiento obedece generalmente a la necesidad de reafirmación de un individuo, grupo, cultura o religión frente a otra. Por ejemplo, el judaismo puede considerarse como un conjunto de contramitos opuestos a las mitologías circundantes. En nuestros días, el feminismo radical construye un contramito en relación a los hombres para oponerse al patriarcado. Los contramitos surgen pues de relaciones dialécticas entre opuestos y se enfrentan al mito original para crear su espacio propio o establecer su hegemonia en el territorio humano común.